martes, 12 de octubre de 2010


Aturdida por mi propia desesperación me pregunto si me miras cuando no estoy, si me sientes, si me extrañas.
acorralada en medio de la paranoia
porque se que me amas; porque temo que dejes de hacerlo;
gritaré que me callen; que me calles de un beso,
me ahogaré con lágrimas de miel.
si no entiendes la metáfora, no importa;dudo que entiendas la mitad de mi persona;
y la razón es mi humor cambiante; cuánto quiebro, cuánto me humillo y lloro por ello en silencio;
no es por ti que mi lago esta contaminado;
cómo te explico, que gracias a ti hoy sonrío?
cómo lo explico sin aulllentarte?
lo he intentado, y me he empalagado a mi misma.
me vuelve a raptar un miedo que te confieso y me arrepiento al instante
no me hagas caso, símplemente soy feliz.
no es algo que me suela pasar, debe ser normal el miedo a que seas un títere de mi imaginación.
te ruego que extiendas tu mano hacia mi,
juro que puedo sentirla en mi alma, no puedo tomarla, tengo pánico de encarcelarla.
lo ves? estoy eternamente condenada a este círculo vicioso
entenderás el peso que lleva tomarme en tus manos;
en el momento que comprendas que puedes pintar mi ánimo; que todo lo q se es que Te Amo.

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